En alguno de tus viajes

Solo espero que en tus viajes del silencio alborotador, te resuene una canción que hable de un chorrito que se hacía grandote y que se hacía chiquito!

Solo espero que en tus viajes se te alborote el pelo gozando,

Solo espero que en tus viajes teletransportes a aquellxs que deberían  de estar en alguno de esos parajes,

Solo espero que en alguno de esos viajes perdas la voz de tanto asombro y empeces a escucharte por dentro…

Solo espero que en alguno de tus viajes, te des vueltas en la arena y que no te importe mojarte la ropa o los zapatos con la lluvia; que disfrutes una buena bebida y que te encontrés con un hermoso perro o gato que te derrita de amor la comisura…

Solo espero que en alguno de tus viajes, te animés a tener conversaciones aleatorias sin terminar en amistad por correo, Skype o Facebook…

Solo espero que en alguno de tus viajes, te des cuenta que no es necesario irte a otro país para darte cuenta que el toque del viaje,  es vivir ligero! porque a como decía Ceratti, todo está pasando aquí y ahora...

ACO/2014

Bla bla bla

A veces es extraño como cada vez que te encuentro me cuesta más reconocerte,
y como cada vez es extraño que el hecho de que seas cada vez más extraño sea al mismo tiempo cada vez menos extraño...
Me alegra que seas un extraño...
Soy feliz con tanto extraño al rededor que no quiero ni voy a conocer.

:)

PAPA

Tengo un miedo tan impropio respecto a tu muerte que he decidido que ella y yo vivamos juntas... Y para vivir con ella es necesario entrenarse el alma cada que cae el alba...
El siguiente poema es parte de mi entrenamiento donde imagino que sos vos papa el que me recita los versos de este poema.

CUANDO YO ME VAYA

Cuando yo me vaya, no quiero que llores,
quédate en silencio, sin decir palabras,
y vive recuerdos, reconforta el alma.

Cuando yo me duerma, respeta mi sueño,
por algo me duermo; por algo me he ido.

Si sientes mi ausencia, no pronuncies nada,
y casi en el aire, con paso muy fino,
búscame en mi casa,
búscame en mis libros,
búscame en mis cartas,
y entre los papeles que he escrito apurado.

Ponte mis camisas, mi sweater, mi saco
y puedes usar todos mis zapatos.

Te presto mi cuarto, mi almohada, mi cama,
y cuando haga frío, ponte mis bufandas.
Te puedes comer todo el chocolate
y beberte el vino que dejé guardado.
Escucha ese tema que a mí me gustaba,
usa mi perfume y riega mis plantas.

Si tapan mi cuerpo, no me tengas lástima,
corre hacia el espacio, libera tu alma,
palpa la poesía, la música, el canto
y deja que el viento juegue con tu cara.
Besa bien la tierra, toma toda el agua
y aprende el idioma vivo de los pájaros.

Si me extrañas mucho, disimula el acto,
búscame en los niños, el café, la radio
y en el sitio ése donde me ocultaba.

No pronuncies nunca la palabra muerte.
A veces es más triste vivir olvidado
que morir mil veces y ser recordado.

Cuando yo me duerma,
no me lleves flores a una tumba amarga,
grita con la fuerza de toda tu entraña
que el mundo está vivo y sigue su marcha.

La llama encendida no se va a apagar
por el simple hecho de que no esté más.

Los hombres que “viven” no se mueren nunca,
se duermen de a ratos, de a ratos pequeños,
y el sueño infinito es sólo una excusa.

Cuando yo me vaya, extiende tu mano,
y estarás conmigo sellada en contacto,
y aunque no me veas,
y aunque no me palpes,
sabrás que por siempre estaré a tu lado.

Entonces, un día, sonriente y vibrante,
sabrás que volví para no marcharme

Carlos Alberto Boaglio

Y

Y…

No soy lerda para la palabra pero no me fluye con buena marea de los dedos... hay un puente que se ha derrumbado entre la mente y la mano derecha...

 Lo que me habita esta apantanado, truncado por chayules y dolores de cabeza,

 Ansiedad al desayuno que hace que mi diástole y sístole pierdan toda coordinación y armonía;

lo cercano se vuelve borroso…

Y regreso a mi isla, me siento en una piedra y no transcurre nada

las ideas llegan a deshora, cuando las manos están esposadas, joder!

y en mis mochilas hay un peso dudosamente balanceado

y la incertidumbre hace que mi cabeza choque contra la pared haciendo desaparecer mi almohada

no encuentro la canción ni la nota precisa y al cerrar los ojos las imágenes manipuladas para el bienestar me salen distorsionadas;  no es una cuestión de fantasmas...

La impaciencia brota a martillazos en mis extremidades, en mis ligamentos, en mis dedos, en mi garganta y en las patas de mis lentes y todo lo que quisiera escribirle... se esfuma al momento que lanza su primera flecha camuflada...

 Y empiezo a girar en un cono...

elipse...

Y...

 

ACO/7.8.2009