Estimada
Fantasía,
Sirva la presente para declarar mi
afiliación a sus des-líneas,
a medida que avanzan los días en su
reloj sin manecillas, he de confesarle que, mi amor y admiración crece y, por
tanto hoy me incorporo a sus filas con casi total
rendición.
Usted verá; mí
día a día versa en noticias sobre el sufrimiento, lo destruido, lo inundado, lo
quemado, entre cifras de muerte y enfermedad; a modo de ejemplo: con el deslave
del volcán Concepción de esta semana pasada, murió una niña de 5 años, se
evacuaron 65 familias, se dañaron 787 casas, 29 colapsaron y 11 albergues fueron habilitados. Usted Señora mía, me podrá decir que esto en realidad es poco,
permítame responderle en dos partes; esa niña era una miembro elite de su reino
y sea 1 o sean 15, 224 niñas; de mi lado son 15, 224 estrellas que se apagan y
cada estrella cuenta! Esto fue mi final de Viernes en el trabajo.
Pero para su
asombro, le daré números más gordos, para que se le hagan más grande y se le
desorbiten los ojos: Como consecuencia de la roya del café, 277.000 familias
(unas 1.385.000 personas) sufren de
inseguridad alimentaria distribuidas así; en Guatemala 145.000 familias,
en Honduras 83.000 familias; en Nicaragua 24 mil familias; en El Salvador
25.000 familias.
Con respecto a
la población afectada por la sequía, se estima que 618.000 familias (3.090.000
personas) son afectadas por la sequía en curso en Centroamérica, distribuidas de la siguiente manera: en Guatemala: 236.000 familias; en Nicaragua 100 mil
familias; en Honduras 186.000 familias; en El Salvador 96.000 familias.
Sábado por la mañana, prendo el televisor y de pronto usted Reina Fantasía,
pone a mi vista conejos berreando y riendo mientras van solucionando múltiples problemas con tal brote de creatividad que al humano pareciera estancársele
y, viera como nos serviría ante tanta mierda a diestra y siniestra.
Bajo su
administración todo el colectivo se desahoga para terminar el capítulo sonriendo, y yo me
pregunto ¿y qué tienen de malo los finales felices, las historias fantásticas y
la reducción del drama y la tragedia para el 2030? ¿Cómo no recurrir a la fantasía
como recurso? Si ya sé! El optimismo parece ser una cualidad negativa estos días...
Y aparece en
la pantalla una culebra en patines, un sapo que eructa y una hormiga que es un prominente científico
loco… el capítulo se titula: la cucaracha de 48 libras; los humanos políticos y
militares son finalmente honestos y sacan a pasear su insensata estupidez, su
ego enfermo y su necedad de creerse dueños de la verdad; y no de cualquier
verdad, sino de LA verdad! Cualquier parecido con la realidad no es pura
coincidencia...
Verso entre la dicotomía de su realidad y la mía; paseo por ambas calles y me vuelven más imágenes de las suyas, después de sacudidas en Nicaragua y México de 5.6 y 5.1 en la escala de Richter;
aparece en el capítulo la cosa Azul; ente capaz de acoplar su cuerpo a
cualquier cosa, objeto, tamaño o estado, superando las pruebas absurdas del
militar honesto e insensatamente estúpido. El prominente insecto científico
loco es sometido a las pruebas absurdas, da lo mejor de sí y supera todas las
pruebas a excepción de la última; no le es posible hacer pechadas áreas, lo admite y se rinde con la dignidad propia de un ganador pero, ante
la mirada disparatada del maldito militar, la hormiga infla hasta casi reventar
sus espiráculos y grita: ¡Soy un científico loco! ¡Debería estar “ciencioloqueando”!
El militar rabioso de ego ante tal acto de desobediencia ante sus caprichos lo acusa y condena gritando para sentir que tiene autoridad:
¡deeee-seeeeer-tooooor!
......
Yo me quedo
pasmada viendo la escena... cualquier parecido con la realidad no es pura coincidencia, veo los árboles a ambos lados de mi ventana, me
incorporo y decido acudir a usted Fantasía de una vez por todas, entregarme a sus dominios y tentáculos, declararle unilateral e irrevocablemente mi afiliación
a sus des-líneas y anotarme, exiliarme y asilarme a sus filas con casi total
rendición.
ACO/11.10.2014