Reflexiones Inconscientes
Dedicado a la Muerte
¿Cómo se expresa una condolencia sin evocar a nuestros propios muertos?
No hay forma para manipular una pérdida; solo hay tiempo de espera...
Gestionar recuerdos…
Solo queda amarrarse duro del asiento de la vida y a la esperanza ilusa que no nos pase ahorita,
Que los nuestros duren mucho tiempo,
Aferrarnos al absurdo reconforte de la inmortalidad física de éstos…
Recordamos instantáneamente a la familia,
Nos empapamos mentalmente de ellos y nos palpita el corazón de amor alegrándonos porque están vivos... los tenemos!
Mientras compadecemos al hermano y sentimos la más profunda empatía y, ¡¡¡Uff!!! Suspiramos reconfortados contabilizandolos mentalmente
Legitimamos nuestro núcleo y cualquier fricción y distancia se esfuman,
Los poseemos haciéndolos más nuestros,
Los amamos a todxs mientras vemos sus figuras palpitando…
¡Besos! Los amo Mama y Papa, muaaack! Gracias a dios que están vivos
Adoro a mis bellos hermanos y hermanas, muaaack! Mil besos y gracias a dios que están vivxs,
Y brotan las nuevas generaciones, “los chilotitos tiernos”, sobrinxs, primxs, perrxs, gatxs, lorxs, tortugas y chocoyos…
Pican y se extienden las raíces del árbol genealógico,
Y en un abrir y cerrar del tiempo, nos damos cuenta que los hemos amado desde hace toda la vida.
Oh retoños, oh orugas,
Oh larvas, oh chotitos,
Oh capullos, oh vida!
Y Caupolicán con su robusto tronco de árbol a cuestas,
Cada nueva vida una ramita más en su lomo,
Una flor más a cuestas… hasta que la aurora diga basta y al erguir su frente se sacudan las muertes que también carga en su robusto tronco de árbol…
Al final de la aurora siempre hay muerte, eso lo sabía Caupolicán
En el silencio de las estrellas de la noche se fabrican vidas,
Que se cuelan en sueños en el perfecto cuarto acústico de nuestras mentes
Para brotar inconscientes de nuestras pieles sudadas al entrelazarse en el amor…
Es el sol pariendo vidas,
Es la madre naturaleza en esas ramitas que carga a cuestas Caupolicán con sobria hombría…¿Hombría?
Y solo sentimos…
Y de cuantas formas contradictorias te sentimos muerte,
Cuando muchas veces te aclamamos, te recetamos, te usamos, aterrorizamos y justificamos…
También nos alegramos, te hacemos nuestra mejor aliada y justiciera…
¡¡¡Si!!!! ¡Murieron tantos! ¡Pijudo!
Que se mueran estos, que se mueran aquellos mientras nos late pum pum pum fuerte el corazón regocijado... tan solo para descuartizarse en el siguiente abrir y cerrar de ojos…
Y te maldecimos profunda y perversamente:
¡Maldita! ¡Puta atrevida!!!
¡Ladrona, perra!
¡Te lo llevaste! ¡Pero no se fue sin luchar antes!
¡Lucho hasta el final, así no mas no nos lo quitaste!
Y en ese momento se distraen nuestros ojos con el sonido del televisor,
Los sonidos que salen se traducen en palabras:
-Cada 30 minutos muere un niño de Malaria en Mozambique.
Grita una voz impotente: Muerte zopilota, muerte buitre!
-Nuevos ataques dejan 35 Palestinos muertos. Se une al grito otra voz impotente: ¡¿Y los Israelitas cuando Muerte mierda?!
-Soldados estadounidenses regresan en bolsas plásticas de Irak como héroes nacionales. Y la voz grita feliz: ¡¡¡Ya era hora mi querida amiga muerte!!! ¡¡¡Justicia!!!
Sinapsis… Caupolicán… Muerte… Sinapsis.
A Caupolicán le pasa una corriente en el cuerpo…
Sinapsis…
Octavos mes, periódico, obituario, semana 33, hora del desayuno…
Descarga eléctrica; ah! Yo sé quién es ese muerto y clavamos cual agujas los ojos releyendo, reconfirmando y descomprensionando a mil por hora el “file” de ese nombre:
¡¡¡Yo sé quien es!!!
¡¡¡Extra, extra!!! ¡Chisme de muerte!
Justificación: Ya era hora, estaba muy viejo, no? Nada de osado ni mal intencionado el chisme.
Entonces, ¿en qué quedamos muerte? ¿Cómo expreso esta condolencia?
Esta lagrima que me baja por la mejilla derecha al fin y al cabo ¿por qué es?
Es por mí, es por mis muertos, es por el ó es por su muerto?
Es por vos misma muerte o por el remolino de emociones en el que tu sombra nos envuelve?
Mis condolencias hermano, en la sangre que corre por las venas de tu hijo ha rencarnado tu padre.
ACO/2008
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