Que tú camaroneo se vierta en mi agua de
langosta,
Que se vierta en mi carne sin sus huevos de
paslama,
Que sin llenarme los dedos de arena y que sin
agua salada que me agriete la piel; me moje toda desde el oído
izquierdo hasta el meñique del pie derecho en agua con leche para
el retoce, para que vibre, para que goce...
Que se vierta en mí la leche de mar sin sol y de madrugada...
Managua a las 4:39am de pie, sin cuchara ni caldo solo sintiendo el "remolineo" de los sentidos en la canción que canta la Negra después de los tambores de luna llena donde en silencio brindé por los cumpleañeros ausentes M&R dándome golpecitos en el pecho y la mesa intentando seguir sus sonidos; pum pum pimpum pumpum pim pum pum pimpum pumpum!
Que se vierta en mí la leche de mar sin sol y de madrugada...
Managua a las 4:39am de pie, sin cuchara ni caldo solo sintiendo el "remolineo" de los sentidos en la canción que canta la Negra después de los tambores de luna llena donde en silencio brindé por los cumpleañeros ausentes M&R dándome golpecitos en el pecho y la mesa intentando seguir sus sonidos; pum pum pimpum pumpum pim pum pum pimpum pumpum!
Que el Castillo no sea necesariamente de arena
sino que se erija de las vibras y ondas que emanan de mi ron, su agua, su toña
y su Victoria para ver si un día cualquiera alcanzamos la gloria.
ACO/16.3.14
ACO/16.3.14
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