Tu olor a boca fresca después
de tejernos
Tu
cuarto con temperatura agradable y sin ventana me invita coquetamente a
quitarte la ropa y recorrer tu lisa piel mientras suspiro y me
enciendo con las pecas que pueblan tu geografía
Aspiro
tus restos en el collar que dejaste en la mesa de noche,
brota
tu olor mezclado con sudor, perfume y madera... recordándome nuevamente los
pliegues de tu cuello; puntos cardinales donde por las noches asomo mi nariz
para serenar los sueños,
El
espacio se vuelve sutil y liso como la tela blanca que cubre tu
alargada espalda hasta llegar a la maravillosa virtud de tus nalgas; al montículo
de tus rodillas y al lechón de tus pantorillas...
Arriba,
abajo, al este y a tu oeste,
¡Aquí
hay morbo y gana para una buena jornada!
ACO/Febrero - Marzo 2008
ACO/Febrero - Marzo 2008
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